Decapando la paridera |
Por los datos arqueológicos sabemos que los
republicanos atacaron la Enebrá haciendo una pinza desde el este y el oeste, después
de una fuerte preparación artillera. Al replegarse desde la primera línea, los
franquistas establecieron un perímetro defensivo con puestos de tirador en torno
a la paridera. El empuje republicano, no obstante, obligó a abandonar el
perímetro y a buscar refugio en la paridera. En esta primera fase de los
combates sabemos que perdieron la vida varios de los defensores, pues han
aparecido restos humanos -pertenecientes al menos a tres soldados- junto a los
puestos de tirador.
Dentro de la paridera los soldados se defendieron
con un mortero de 81 mm y fusiles máuser alemanes. Los republicanos, al ver que
no podían rendir fácilmente la posición sin sufrir fuertes bajas, pidieron
apoyo artillero y de tanques. Han aparecido varias espoletas del tanque ruso
T-26 en torno a la paridera, pero fue probablemente la artillería la que puso
fin al sitio. Al menos un impacto directo en el interior del edificio
volatilizó a dos soldados e hirió gravemente a otros tres.
Cuando los republicanos llegaron al corral se
encontraron a dos de los defensores moribundos. Sea por venganza o por
compasión, les dispararon en el pecho con una pistola. Posteriormente los
enterraron en la propia paridera, con todo su equipo (cartucheras, munición,
uniformes). Aunque no ha sido posiblemente recuperar la identidad de los
soldados, si sabemos que uno de ellos al menos era un falangista de Valladolid,
porque llevaba una chapa de afiliación política. También sabemos que todos los
muertos eran muy jóvenes, de entorno a veinte años.
Además de los restos humanos y las trazas del
combate en la Enebrá han aparecido también otros objetos que nos hablan de los
que allí lucharon y murieron: un cepillo de dientes, una medalla de Pío XI, monedas,
una estrella del uniforme republicano, unos gemelos... En la exposición se
pueden contemplar algunos de los artefactos recuperados durante los trabajos
arqueológicos.
Restos de algunos de los combatientes Textos de Alfredo González Ruibal para la exposición del mismo nombre. Fotografías cortesía del CSIC - Incipit. |
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