Asociación de Amigos de los Espacios Históricos de Abánades

Asociación de Amigos de los Espacios Históricos de Abánades - Museo Histórico, C/ Puente de las Eras, Nº 5, 19432 Abánades (Guadalajara) España.

jueves, 2 de abril de 2020

La ofensiva del Alto Tajuña - Segunda Parte


“Al día siguiente los combates fueron aún más duros”, como recordaba Cipriano Mera en sus memorias. El avance se ralentizó y se hizo más penoso. La 39 brigada se encontraba frente a La Nava. Sin carros y hostigada por la aviación, sus asaltos contra los fortines no tuvieron éxito. La 6ª División envió a su 66 brigada para tomar el relevo, pero sus intentos también se saldaron con un fracaso. En el sector oriental, la 70 brigada mixta retomó el ataque contra el Puntal del Abejar con más fortuna. Con el apoyo de la artillería y los tanques logró tomar uno a uno los fortines enemigos. Su avance prosiguió hacia el norte, y rubricó su jornada con la toma de la cota 1206 frente a La Molatilla.

La Batalla Olvidada 2019. Imagen cortesía de Ángel Fotografía
Al amanecer del 3 de abril, los refuerzos franquistas de la 152ª División emprendieron un contraataque contra la 66 brigada en La Nava, ganándole algunas posiciones. Con el apoyo de tanques, los republicanos recuperaron parte del terreno perdido. En los flancos de la 66, las brigadas 2 y 39 trataron de envolver La Nava. Por la izquierda, la 39 brigada tomó la cota 1120, alcanzando el vértice Valdelagua, aunque el contraataque de la 1ª bandera de la Legión la obligó al repliegue. Por la derecha, la 2 se estancó frente a la cota 1190, no consiguiendo confluir con la 39 y cerrar la pinza. Entretanto, en el sector oriental, al final del día se tomó La Molatilla, quedando Sotodosos bajo una seria amenaza.

Itinerarios del Ejercito Franquista para la evacuación de heridos durante la batalla.
Mera comenzó a emplear sus reservas el día 4. Parte de la castigada 39 brigada fue relevada. La 138 brigada ocupó la línea de la 2, por lo que esta quedó con las manos libres para asaltar la cota 1190 con todas sus fuerzas, cayendo finalmente en sus manos por un ataque desde el flanco derecho. Con la ayuda de tres carros, la 66 brigada coronó la toma de La Nava haciendo abundantes prisioneros. Algunos soldados franquistas que huían se refugiaron en una paridera al noroeste del fortín, quedando aislados en mitad del avance republicano, que consiguió internarse dos kilómetros hacia el norte. Para el mando franquista se trataba probablemente el momento más delicado de la batalla, pero los republicanos no lograron progresar mucho más.

Fotografía cortesía de Silvia Flich
En el avance de las dos masas del IV Cuerpo, una posición había quedado entre medias, formando una cuña en la línea republicana. Se trata de La Mocasilla, el último baluarte franquista en las tierras altas. La 70 brigada mixta se empleó a fondo en su captura, pero las adversidades se sucedían. La aviación franquista, cada vez más numerosa, continuaba hostigando el avance, y los tanques propios eran reacios a atacar, cayendo en situaciones de indisciplina abierta. Pese a que se tomaron algunos fortines de las cotas bajas a lo largo de esa jornada y la siguiente, el vértice de La Mocasilla permaneció en manos franquistas.

Entre los días 5 y 7 de abril llegó el equilibrio al campo de batalla. El ímpetu de la ofensiva republicana se diluía en acabar con resistencias locales, como la de los huidos de La Nava. La I bandera de la Legión y el III tabor de Alhucemas asaltaron repetidas veces la cota 1120, clave en la recuperación de La Nava, pero los defensores de la 39 brigada resistieron. Al día siguiente se redoblaron los esfuerzos. Con ayuda de una importante preparación artillera, legionarios y Regulares desalojaron a los defensores. Su asalto se complementó con el del 3 batallón de Arapiles y el Tercio de Nuestra Señora del Camino contra la 2 brigada mixta, en el otro flanco de La Nava. También se saldó con éxito. Con este movimiento envolvente, la posición, en manos de la 66 brigada, quedaba muy comprometida, y los defensores fueron empujados hacia el sur. No se logró expulsarlos totalmente de la meseta, y los republicanos supervivientes se reagruparon en uno de los fortines –La Nava 3, en la cota 1159-. Los atacantes intentaron proseguir su avance el día siguiente, pero sus asaltos fueron rechazados frente al Vértice Cerro y el Alto de la Casilla (cota 1145), posiciones defendidas por la 138 y 39 brigadas mixtas.

Cipriano Mera visitando el frente. Archivo Rojo
El frente no se reactivó hasta el 16 de abril. El mando franquista dispuso que se emprendiese una contraofensiva para eliminar el entrante oriental tomado por los republicanos. Había de ejecutarla una brigada de maniobra compuesta por cinco batallones de la 152ª División. Apoyando a la infantería, una importante masa artillera (hasta 22 baterías). Los batallones se habían reforzado con morteros adicionales, a fin de concentrar un cañoneo de gran intensidad que abrumase a los defensores. Tal potencia de fuego iba a desatarse contra el 109 batallón de la 28 brigada mixta republicana. A las 8:50 comenzó la preparación artillera contra La Molatilla. Tras dos horas, la aviación culminó el bombardeo, y las tropas se lanzaron al asalto.  El 109 batallón, atacado simultáneamente por tres flancos, se replegó al Puntal del Abejar, sufriendo muchas bajas en la retirada. Las bocas de fuego franquistas se concentraron sobre esta posición, pero pese a los consecutivos asaltos, los republicanos no cedieron.

Fotografía cortesía de Silvia Flich
El 17 de abril no decreció la presión artillera, pero no se produjeron nuevos asaltos hasta la noche del día siguiente. Los regulares se lanzaron contra La Mocasilla y el Puntal del Abejar, así como contra las posiciones en torno a Abánades, pero fueron frenadas por la resistencia republicana. Con esos últimos intentos, la contraofensiva –y la batalla misma- se podían dar por finalizadas.

Los objetivos de unos y otros no se habían cumplido: los republicanos no consiguieron cortar la Carretera de Francia, ni distraer fuerzas del frente aragonés, mientras que la contraofensiva franquista se estrelló contra las defensas republicanas. La ganancia territorial para el IV Cuerpo fue exigua, de un valor estratégico limitado al control de varias alturas y un puente sobre el Tajuña, en Abánades. Las cifras de bajas sobrecogen: los republicanos sufrieron más de 4000 (3716 heridos y enfermos, 292 muertos, 52 desaparecidos más un número indeterminado de bajas en la contraofensiva franquista), y los franquistas en torno a las 2885 (319 muertos, 1495 heridos, 671 desaparecidos, más unas 400 bajas sin contabilizar, la mayoría sufridas por el 2 batallón de Milán). El total asciende a un mínimo aproximado de 7000 bajas. La tenacidad de los hombres del IV Cuerpo, fuera de toda duda, le reportó a Mera su ascenso a teniente coronel.

Ilustración de Alfredo González Ruibal
[1] Gracias a Julián Dueñas por su ayuda desinteresada en la cesión de documentación inédita sobre los combates del Alto Tajuña y los Montes Universales procedente del Archivo General Militar de Ávila (AGMAV), así como por sus correcciones sobre estos particulares.

[2] Los franquistas llegaron a desplegar unos 40.000 hombres en el Alto Tajuña en esos días. En el caso del Ejército Popular las estimaciones son más complicadas, pero rondarían los 30.000 soldados.

La Batalla Olvidada 2019. Imagen cortesía de Ángel Fotografía
Documentos: AGMAV
Fotografías: Silvia Flich y Ángel Fotografía
Ilustración: Alfredo González Ruibal
Textos: Luís Antonio Ruiz Casero