Asociación de Amigos de los Espacios Históricos de Abánades

Asociación de Amigos de los Espacios Históricos de Abánades - Museo Histórico, C/ Puente de las Eras, Nº 5, 19432 Abánades (Guadalajara) España.
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domingo, 7 de agosto de 2022

Ganadores VIII Concurso de Fotografía "La Batalla Olvidada"

Fotografía de Pedro Manzano

Pedro Manzano - Primer Premio al Mejor Reportaje.


Premio consistente en un emotivo trofeo-escultura conmemorativo con forma de cámara fotográfica, realizado a partir de fragmentos materiales de La Batalla Olvidada recogidos en los campos de Abánades acompañado por un diploma acreditativo. 


Fotografía de Julio Herranz

Julio Herranz Esteban - Segundo Premio al Mejor Reportaje.


Premio consistente en un tarro de Miel de la Alcarria, denominación de origen protegida, el libro "Abánades 1938, el IV Cuerpo de Ejército ¡al ataque!" firmado y dedicado por el Coronel José Romero y un diploma acreditativo.   


Fotografía de Mari Carmen Nuñez

Mari Carmen Nuñez – Tercer Premio al Mejor Reportaje


Premio consistente en un saquito de sal de manantial procedente de Saelices de la Sal, el libro "Abánades 1938, el IV Cuerpo de Ejército ¡al ataque!" firmado y dedicado por el Coronel José Romero y un diploma acreditativo.

 

Los premios serán entregados durante los meses de septiembre u octubre en lugar y fecha a concretar. Os mantendremos informados.




sábado, 10 de octubre de 2020

¿Tiene vida el museo?

¿TIENE VIDA EL MUSEO?
 
  
"Memorias de África" en el Museo Histórico Municipal

El título de este pequeño escrito plantea un pregunta que desde el punto de vista de la biología sería un sinsentido, ¿cómo van a tener vida los trozos de metralla, las vainas de artillería, las latas y las banderas?. Los objetos materiales que allí se exponen, desde esta perspectiva todos los museos son inertes, ahora bien, los museos cobran vida en el momento en el que el espectador, visitante, se acerca a observar estos “art-factos” que allí se exponen, aquí encontramos el sujeto y el objeto.

La obra de arte “arte-facto” hecha por el hombre y que se encuentra en todos los museos, exceptuando los museos de ciencias naturales, distinguiendo de esta manera la naturaleza “fisis”  de lo cultural “cultivo del espíritu humano”. La naturaleza “fisis” es como es, no suele ser mutable y en todo caso es casi predecible, y suele llevarnos a términos concretos y es más fácil de estudiar que la naturaleza humana.

En la naturaleza hay auténticas maravillas para los sentidos esculpidas por los fenómenos naturales y el paso del tiempo (de lo bello y lo sublime), la acción del hombre está trastocándolo, evitémoslo, no hay otro planeta.

Centrémonos en el espíritu humano que produce las obras de arte. Decíamos que en todo museo está el objeto expuesto y el sujeto que lo observa, es aquí en donde creo que el museo recobra vida, cuando el espectador se introduce en el objeto, quiere saber el por qué de las cosas, trata de captarlo con el intelecto y quiere explicaciones a la catarata de preguntas que le surgen de todos los rincones. La curiosidad por las cosas es el motor del conocimiento y el preguntarse continuamente por lo que hay, esta curiosidad que es muy personal apunta en varias direcciones dependiendo del sujeto, no tanto del objeto a estudiar, de este modo según la formación, actitud ética, la cultura de cada uno, en definitiva según sea el sujeto así serán sus preocupaciones de esta manera exigiremos explicaciones técnicas sobre los materiales utilizados tanto desde la física, la química y las ciencias positivas. Si tenemos una vaina de artillería querremos saber todo lo referente a este artefacto, el calibre, el alma del cañón, su potencia explosiva, el alcance... Estas preguntas son extensibles a cada uno de los objetos, ametralladoras, fusiles, bombas de mano, en definitiva, no nos preguntamos por el fin ni las causas no pasamos del análisis material del objeto. Pero como todo está concatenado y aunque se tenga preferencia por lo técnico no se deja de ver el fin y en este museo los objetos que aquí se exponen tienen como fin el doblegar por la fuerza al contrincante, vencer al enemigo. Cuando fracasa la política en el parlamento mediante el convencer “vencer con argumentos” esto implica negociación, ceder pues nunca la razón, en su totalidad, está en una parte, cuando se trata imponer por la fuerza se pierde la razón: quizás el hombre siempre fue así.  

En Carrascosa del Tajo hay un bar conocido como el de La Fermina, este bar tiene en sus paredes un auténtico museo etnográfico todo tipo de “arte-factos”, utensilios para la vida cotidiana, lo expuesto tiene su arte razón de ser práctico, el fin de estos utensilios era hacer más llevadera o de alguna manera domeñar algunos aspectos de la dura vida del labriego antes de la mecanización del campo.

    Más arriba hablábamos de naturaleza y espíritu humano, diremos que la familia es la única organización natural, las demás son convencionales, inventadas por el hombre, no somos eremitas y tampoco nos gusta a la mayoría como cenobitas, luego vivimos en organizaciones sociales, pueblos, ciudades. Estado fruto de ese hacer marcado por la necesidad de convivencia lo que llamamos sociedad sin perder la vista al individuo y su libertad.

Pero volvamos al museo, aunque en ningún momento lo perdimos de vista, antes hablábamos de los objetos materiales llamemos los duros, las banderas tienen toda una carga emotiva un significado son trozos de tela coloreados y algunos hombres son capaces de matar o morir ante tal signo. Estamos entrando en lo más escabroso pero no menos real de nuestro museo, he puesto como referencia las banderas que aglutinan de una manera inmaterial todo aquello que tratamos de narrar el por qué, el fin y las consecuencias.     

El museo es muy rico en matices, hay que entender que en una guerra todo gira en torno en servir a los combatientes, esta actitud por mi parte en buscar la esencia de las cosas virtud o defecto de la filosofía me hace perder detalles que darían luz a muchos interrogantes, hay cantidad de objetos que nos hablan del porqué de las cosas, desde las más simple a las más complejas, desde una medalla y un tintero a los uniformes de los combatientes.

Mi pregunta es si el museo está vivo y la respuesta hasta ahora es que depende del espectador pues los actores ya hicieron el trabajo y muchos murieron por ello. Aquí abrimos otra cuestión, la historia se nos muestra  en nuestras indagaciones puesto que los hechos ocurrieron. “La historicidad existencia real comprobables estos acontecimientos”, esto implica una búsqueda de la verdad. ¿Hay perspectiva histórica para analizarlos sin emotividad y pasión?. Por otra parte tenemos el historicismo, de qué manera ha incidido en nuestra forma de entender la vida, sin lugar a dudas una guerra civil traumatiza y la repercusión es patente en cuanto observamos a las personas más cercanas, por edad, al conflicto.

Quizá sea este un nuevo apartado que deba afrontar el museo para sentirse más vivo, no sólo ser una mostración que es un gran logro sino también una demostración o sea un debate sobre el por qué, el conflicto en sí y las consecuencias.

No debemos tener miedo a asumir este reto, al igual que podemos someter a crítica las guerras carlistas también debiéramos someter a crítica, debate público, nuestra guerra civil de esta manera arrojaríamos a los guerra-civilistas y profundizaríamos en la democracia. Hoy, afortunadamente, la innovación tecnológica nos libra de las precariedades del pasado, todo tiene su coste y este es el deterioro ecológico, seamos capaces que la otra pata que sustenta el progreso “la paz social” esta sólo se obtiene con más y mejor Democracia. 

 

Abánades, a dos de septiembre del dos mil veinte

 

Antonio Gutiérrez Layna


                                                                                               



sábado, 23 de mayo de 2020

Retrato del soldado Jesús

RETRATO DEL SOLDADO JESÚS

Dedicatoria en el reverso de la fotografía postal 
“A mis queridos padres, como recuerdo de mi estancia en el frente.
Jesús. Frente de Guadalajara, 17 de febrero de 1938”.

Fotografía de estudio del soldado Jesús
Se trata de una fotografía postal, muy habitual en la época, que los combatientes realizaban en un estudio fijo o itinerante y que, como recuerdo de su estancia en el frente, mandaban a través del servicio postal a sus seres más queridos.

En términos generales, en la imagen apreciamos algo que salta a la vista y nos llama poderosamente la atención. Un contraste muy curioso: por un lado, el estado impecable del propio uniforme; y por otro, unas botas borceguís muy deterioradas.

Detalle de las botas borceguís
Esto puede ser debido a dos motivos: que el mismo estudio de fotografía tuviera vestuario disponible de atrezo o que la foto fuera tomada antes de partir hacia el frente.

Existen testimonios de la época que afirman que para realizar las fotos de bonito o de estudio, los fotógrafos disponían de vestuario con tallas variadas, diferentes modelos e incluso prendas con más o menos glamour.

El soldado viste pantalones tipo breeches con vendas tobilleras. En el cinto, hebilla de infantería sin corona, propia del Ejército Popular de la República. El único distintivo por el que podemos situar y asociar a Jesús.

Gorrillo tipo ruso sobre la cabeza de Jesús
Lo más curioso de la imagen es el gorrillo tipo ruso que cubre la cabeza de Jesús. Estos gorrillos empezaron a verse en España a finales de la guerra, sobre todo en la Batalla del Ebro. Un gorrillo confeccionado íntegramente en España y con múltiples similitudes con el gorrillo del ejército ruso de la época.

Textos: Lendoiro Fresco
Imágenes: Museo Histórico Municipal de Abánades

miércoles, 12 de junio de 2019

Abánades, “Living History” en la España vaciada.

Los días 15 y 16 de junio, Abánades (Guadalajara) acogerá sus VIII Jornadas de Promoción Histórico Cultural del Alto Tajuña, en el marco de un proyecto de desarrollo comunitario y de recuperación patrimonial denominado “La Batalla Olvidada”.

Uno de los tres carteles producidos para la ocasión

Después de un año sin poder celebrarse por motivos presupuestarios, y coincidiendo con el 80 Aniversario del final de la Guerra Civil Española, vuelve La Batalla Olvidada de Abánades, convertida en un referente cultural y un fenómeno social en la comarca del Alto Tajuña.

Esta parte de la España vaciada recibirá durante un fin de semana a cientos de visitantes venidos de todos los rincones de España, gracias a esta iniciativa canalizada por las asociaciones culturales locales y al apoyo institucional indispensable del Ayuntamiento.

Espectacular recreación histórica, concurso de fotografía, exposiciones, cine, visitas guiadas y conferencias, de la que cabe destacar la clase magistral que impartirá el Coronel Don José Romero Serrano, producto de la colaboración con el Instituto de Historia y Cultura Militar.

Concurso de trajes de época y una verbena popular que rememora las actuaciones que, para entretener y animar a la tropa, tenían lugar durante la guerra. Este año será la Barba Dixie Band la que, a ritmo de jazz, nos hará viajar a los cabarets y clubs nocturnos de los años 30.

Darle un vistazo al interesante programa de actividades que hemos preparado. Hay para todos los gustos, así que no os lo podéis perder.

Programa oficial de las jornadas