Tropas republicanas esperando instrucciones. Archivo Rojo |
El 31 de marzo de 1938 una agrupación de
maniobra del IV Cuerpo del Ejército del Centro, constituido por las divisiones
5, 6 y 14 del Ejército Popular de la República (EPR), había comenzado una
ofensiva en el Alto Tajuña para apoyar al Ejército del Este. Los republicanos rompen
el frente y progresan varios kilómetros sin cubrir plenamente sus objetivos
tácticos, aunque cumpliendo el propósito estratégico de desplazar a la zona
abundantes reservas de un enemigo que ve amenazado el flanco derecho de su ofensiva
en Aragón. La maniobra podría haber tenido gravísimas consecuencias en un
sector cubierto con escasos efectivos por los Nacionales, pero tras la caída
del Norte, estos disponen de grandes reservas y las unidades de refuerzo fluyen
vertiginosamente hacia el Alto Tajuña para neutralizar la penetración, sin
mermar fuerzas a las que avanzan incontenibles por el Bajo Aragón.
Camión de transporte abarrotado rumbo al frente. Archivo Rojo |
La disponibilidad de reservas no es para nada
la misma en el EPR, al que le es imposible mantener la iniciativa frente a la
avalancha de tropas de refresco que recibe el enemigo. El 6 de abril, el Estado
Mayor (EM) del IV Cuerpo de Ejército (CE) da las primeras órdenes para disolver
la agrupación de maniobra y sostener el terreno conquistado. Tácticamente los
republicanos pasan a la defensiva disponiendo una línea sobre siete centros de
resistencia que habrán de sostenerse “a toda costa sin idea de repliegue”. A
estos se suman dos centros de resistencia avanzados que por constituir enclaves
cruciales en el dispositivo republicano deberán defenderse “hasta el
sacrificio”: Vértice Cerro en el sector occidental (Abánades) y el Puntal del
Abejar en el oriental (Sotodosos). El EPR comienza a relevar a sus unidades más
castigadas y reorganizar sus fuerzas. En el sector oriental la 70 Brigada Mixta
(BM), que ha sufrido un durísimo castigo asaltando las alturas en torno a
Sotodosos, es relevada el 7 de abril por la 28 BM, que el día 10 pasa de la 14 a
la 33 División, la misma que guarnecía el frente antes de la ofensiva y que vuelve
a hacerse cargo del mismo.
Los nacionales, recuperados del susto y restablecidas
sus líneas, no están muy conformes con el trazado del nuevo frente. El
“mordisco” de terreno conquistado por el EPR inquieta al EM del Ejército del
Centro y el 10 de abril a la Agrupación de Divisiones Soria-Guadalajara llegan instrucciones
para una ofensiva local.
“Como consecuencia de los últimos ataques enemigos nuestra línea Abánades
y Saelices ha flexionado en el centro (…) La posesión por el enemigo del
vértice Molatilla y de la altura Puntal del Abejar es una amenaza para
Sotodosos y la carretera Alcolea-Saelices y constituye para el contrario un
excelente observatorio (…) A las fuerzas del Sector Este se les asigna la
misión de ocupar las antiguas posiciones de Molatilla y Puntal del Abejar,
restableciendo la continuidad de nuestra línea”.
¿Cuáles son las fuerzas del Sector Este a
quienes corresponde restablecer la continuidad de las líneas nacionaels? Desde
el 1 de abril, en los momentos más críticos del embate republicano, los nacionales
dividieron el frente comprometido entre la 75 División, que lo guarnecía
inicialmente, y los refuerzos que van acudiendo. Corresponderá a la 152
División desplegarse entre los ríos Tajuña y Gallo para hacerse cargo del
sector oriental. Se trata de una gran unidad formada por fuerzas de choque en
su mayoría africanas que, al igual que las demás divisiones de la serie 150, no
tiene adscripción a la orgánica territorial del ejército de Franco, sino que
depende directa y únicamente de su propio EM. Con estas experimentadas tropas
se prepara una maniobra en tres fases para recuperar vértice Molatilla, Collado
entre Molatilla y Puntal del Abejar -cota 1.200- y Puntal del Abejar. Este
último es el objetivo más ambicioso con el que culminará la operación.
Se disponen fuerzas para atacar cada objetivo
simultáneamente desde varias direcciones, aun dejando 1/3 de los efectivos en
reserva como establecen las órdenes del EM del Ejército del Centro.
La fecha del ataque será el 16 de abril, tomando
parte en el mismo el 10º Tabor del GFRI nº 1 de Tetuán, el 10º Tabor del GFRI nº 2 de Melilla, el 9º
Tabor del GFRI nº 3 de Ceuta, el 264 Batallón del Regimiento de Cazadores de las
Navas nº 2 y el 265 Batallón del Regimiento de Cazadores de Ceriñola nº 6. La
infantería contará con el apoyo de una sección de artillería con dos cañones de
acompañamiento del 7 y una compañía de zapadores, más los correspondientes
servicios. Una intensa preparación artillera y aérea precederá a la operación,
que contará con el fuego de apoyo de las demás posiciones nacionales del
sector. Aunque inicialmente el ataque está limitado a los tres objetivos
indicados, los Nacionales no dejan de prever reservas para explotar un hipotético
desmoronamiento del frente republicano, disponiendo un segundo escalón de
fuerzas para alimentar esa posible progresión. A este fin se traslada de
Mazarete a Riba de Saelices el 2º Batallón del Regimiento de Simancas nº 40 y
la I Bandera del Tercio abandona Padilla del Ducado para tomar posiciones en la
meseta al S.O. de Riba de Saelices.
El 15 de abril en el lado republicano la 28 Brigada
Mixta, que lleva en danza desde que comenzara la ofensiva el 31 de marzo, es la
unidad que está en línea en las posiciones que van a ser atacadas, cubriendo su
batallón 109 la línea de vigilancia en la Molatilla, el 111 el centro de resistencia
del Puntal del Abejar y el 110 el flanco izquierdo del dispositivo.
Amanece el 16 de abril y a las 08:50 la
artillería nacional desata el infierno sobre la Molatilla, Cota 1.200 y Puntal
del Abejar durante casi hora y media, aflojando solos para facilitar la
actuación de su aviación que en número de cuatro aparatos bombardea las
posiciones republicanas a las 10:10, después los nacionales recrudecen el tiro artillero
y su infantería se pone en movimiento. Las tropas indígenas llevan la carga del
ataque quedando en reserva los cazadores de Ceriñola y las Navas. A las 10:30
el Tabor de Ceuta se lanza al asalto por el centro, con el de Melilla a su
izquierda y el de Tetuán a su derecha.
Defendiendo las posiciones "hasta el sacrificio". Archivo Rojo |
Los hombres del Batallón 109 que guarnecen vértice
Molatilla y Cota 1.200 han aguantado como han podido el diluvio de fuego en sus
precarias posiciones de la línea de vigilancia. No están en condiciones de
enfrentar un asalto como el que se les viene encima y sobre las 11 hacen lo mejor
que pueden hacer replegándose en orden a la línea de resistencia.
A las 11:30 la cosa parece pintar bien para los
nacionales, que han cubierto con éxito las dos primeras fases de la operación.
Su artillería concentra ahora el tiro sobre el Puntal del Abejar, objetivo último
de la tercera fase. El 9º Tabor de Ceuta y los cazadores de Ceriñola ocupan ya
la Molatilla, donde los nacionales instalan su PC. El 10 de Melilla ha avanzado
hasta la cota 1.200 y el 10 de Tetuán ha ocupado la cota 1.193 en el flanco
derecho de la maniobra, mientras el Batallón de las Navas queda en reserva en
la posición de “los arbolitos”. Pero las cosas son más como acaban que como
empiezan y algo no acaba de cuadrar. El enemigo se ha retirado sin oposición
permitiéndoles un rápido avance sobre posiciones desocupadas, pero ahora sus
tropas están frente a la línea de resistencia que los republicanos tienen orden
de sostener “sin idea de repliegue”. Comienza un compás de espera que se prolongará
durante horas, tiempo en el que la artillería nacional no dejará de castigar el
Puntal del Abejar, así como Vértice Cerro y las posiciones de la Mocasilla.
Entretanto el EM del IV Cuerpo de Ejército republicano no pierde el tiempo. En
previsión de que el ataque sobre Molatilla y Puntal del Abejar preludie una
acción más amplia y en profundidad, mueve sus reservas. La 14 División, que apenas
hace una semana que fue sacada de línea, recibe orden urgente de volver al
frente y desplegar sus brigadas mixtas 70, 98 y 39 para reforzar posibles zonas
de ruptura y contraatacar llegado el caso.
Soldados republicanos durante una descubierta. Archivo Rojo |
Mientras en el Puntal del Abejar nada ha
cambiado. La artillería de los nacionales continúa batiendo inmisericorde la
línea de resistencia republicana, intensificando aún más su fuego a partir de
las 14:00. La infantería espera paciente que las defensas enemigas sean
“ablandadas”, aunque ya no por mucho tiempo. A las 15:00 la aviación nacional
reaparece para bombardear el Puntal del Abejar y al retirarse los aviones los
Regulares se lanzan valientemente al asalto con su acometividad característica.
El 9º Tabor de Ceuta carga frontalmente, con el 10 de Melilla cubriendo su
flanco izquierdo y el 10 de Tetuán el derecho. Los atacantes reciben casi de
inmediato un nutridísimo fuego de fusilería y armas automáticas, que fija al
10º Tabor de Melilla paralizando el asalto. Los defensores del 109 y 111 están
decididos a cumplir la orden de defender el Puntal del Abejar “hasta el
sacrificio” y los nacionales se repliegan para repetir el asalto tras una otra
intensa preparación artillera. La nueva acometida llegará ahora hasta las
alambradas, incluso el 10 de Tetuán consigue poner pie en las trincheras del
ala izquierda republicana. Pero los defensores contraatacan y con el
providencial apoyo de algunos carros T26 los africanos son obligados a retroceder.
Al anochecer, tras un tercer asalto fallido, con las tropas exhaustas y cerca
de trescientas bajas –más de la mitad del 9º Tabor de Ceuta, que había cargado
con el ataque frontal–, el mando ordena la retirada a posiciones de partida.
Ametralladora rusa Maxim. Archivo Rojo |
El día 17 los nacionales desisten de nuevos
asaltos, aunque su artillería no deja de enviar hasta 483 obuses a los
defensores del Puntal del Abejar. Las castigadas fuerzas que han participado en
el ataque son relevadas y la I Bandera del Tercio se hace cargo de la Molatilla
mientras el 181 Batallón de Toledo nº 26 se distribuye entre las cotas 1.193 y 1.200.
Por su parte, los republicanos, desaparecida la actitud ofensiva del enemigo, reintegran
a sus zonas parte de las unidades movilizadas la víspera y comienzan a relevar
a la exhausta 28 BM de las posiciones que ha defendido en el Puntal del Abejar,
destrozadas tras el durísimo castigo artillero y aéreo y los reiterados ataques
de los Regulares. En los batallones 109 y 111 las bajas son cuantiosas, pero
sus hombres han sostenido la línea de resistencia y el Puntal del Abejar será republicano
hasta el final de la guerra.
El 23 de abril los nacionales dan por
concluido el ciclo de operaciones en el Alto Tajuña. La 75 División vuelve a
hacerse cargo del frente entre el Badiel y el Gallo, retomando el pulso de
posiciones contra su vieja enemiga, la 33 División del EPR. La 152 División
Marroquí es relevada y desde el 29 de abril al 3 de mayo es sacada de línea y enviada
a otros frentes.
La Batalla Olvidada comienza su viaje al
olvido.
La
recreación
Inspirándose en los hechos históricos
descritos, 80 recreadores de 10 asociaciones venidas de toda España tratarán de
reconstruir a pequeña escala, movimientos y tácticas de infantería evocando los
combates librados el 16 de abril de 1938 en el Puntal del Abejar, si bien con
algunas licencias de adaptación por limitaciones de tiempo, terreno y medios.
La I Bandera del Tercio, el 265 Batallón de Cazadores de Ceriñola y el 9º Tabor
de Ceuta se enfrentaran a partir de las 12:00 del domingo 15 de junio en el
Cerro de la Muela a los Batallones 109 y 111 de la 28 Brigada Mixta.
Más allá del espectáculo que el público podrá
disfrutar, la recreación es un sincero y sentido homenaje a todos los que
combatieron en aquella trágica jornada, destinado a rescatar del olvido el
recuerdo de su esfuerzo y sacrificio para las actuales generaciones.
Cipriano Mera conversando con un corresponsal mejicano. Archivo Rojo |
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