La ofensiva del Alto Tajuña
Englobar la ofensiva del Alto Tajuña
dentro de las batallas menores de la guerra resulta problemático, al menos en
lo que respecta a su escala. Intervinieron varias divisiones, decenas de miles
de hombres, abundante artillería, carros de combate, aviación… Las bajas casi
igualan las de la batalla de Guadalajara. Sus objetivos eran limitados a nivel
estratégico –se trataba de una ofensiva de distracción-, pero ambiciosos en el
plano táctico –cortar la Carretera de Francia y penetrar 20 kilómetros en la
retaguardia enemiga-.
La génesis de la operación[1]
podemos ubicarla a principios de marzo de 1938. El día 7 se había desencadenado
la ofensiva franquista en Aragón, logrando abrirse paso a través de las líneas
republicanas en el entorno de Belchite. En las siguientes jornadas el desastre
se fue consumando, y la práctica totalidad de Aragón cayó en manos de Franco.
Urgía hacer algo desde el inactivo frente del Ejército del Centro. El 11 de
marzo de 1938, Cipriano Mera fue convocado por Miaja para proyectar un ataque
por su sector en auxilio del Ejército del Este.
Cipriano Mera, Jefe del IV Cuerpo de Ejército |
La zona escogida por Mera fue el
sector oriental de su frente, el Alto Tajuña. Era la zona guarnecida por la 33ª
División, entre el entorno de Torrecuadradilla y el río Linares. Un área
caracterizada por las amplias lomas delimitadas por barrancos, altitudes
superiores a los 1000 metros, y muy escasa vegetación de entidad, pese a que en
los meses anteriores las lluvias habían sido muy intensas. Pequeños pueblos se
alternaban con grandes extensiones de monte, y espacios ganaderos, en los que
abundaban pastos, parideras y corrales.
Mera contaba para la operación con
una masa de maniobra formada por las Divisiones 5ª (2 y 39 brigadas mixtas), 6ª
(66 y 75 brigadas) y 14ª (28, 70 y 98 brigadas). La 33ª División (65, 136 y 138
brigadas) había de quedar guardando la línea. Una compañía de carros apoyaría
el avance. Frente a las fuerzas del IV Cuerpo, la 75ª División franquista,
compuesta por 13 batallones, más zapadores, artillería y servicios. Los cerros
de la zona (La Nava, La Molatilla, La Mocasilla, Puntal del Abejar…)
constituían auténticas fortalezas naturales, que los defensores habían
reforzado convenientemente. Destacaban especialmente las fortificaciones de La
Nava, en Abánades y La Mocasilla, en Sotodosos concienzudamente diseñadas según
las últimas directivas de Franco.
Soldados catalanes de la 138 Brigada Mixta en Torrecuadradilla |
Mera y su Estado Mayor fueron
asistidos en la preparación de su ofensiva por el Ejército del Centro, y las
conferencias con Miaja y Matallana y los asesores soviéticos fueron frecuentes
en vísperas del ataque. El objetivo inmediato era la toma de Abánades y
Saelices, para, en un segundo empuje, cortar la Carretera de Francia,
interrumpiendo así las comunicaciones enemigas entre el centro y Aragón. En
caso de éxito se preveía el avance hasta Sigüenza, en manos franquistas desde
octubre de 1936. Según el plan, la fuerza de maniobra avanzaría en dos masas,
una por el este (hacia Saelices) y otra por el oeste (hacia Abánades), manteniendo
la presión por el centro. Habría que aprovechar el elemento sorpresa,
infiltrando a las unidades atacantes a través de las barrancadas y evitando en
un primer momento los ataques frontales contra los cerros fortificados.
Imagen de La Batalla Olvidada 2019 gentileza de Ángel Fotografía |
Las tácticas de infiltración
previstas, que tan buenos resultados dieron al Ejército Popular de la República
en Brunete, Teruel o el Ebro, no pudieron llevarse a cabo en Guadalajara. La
mayor parte de las fuerzas bajo el mando de Mera llevaban demasiado tiempo en
un frente estático, y se mostraron incapaces de coordinarse adecuadamente. La
concentración de tropas no pasó inadvertida para el enemigo, y la aviación
franquista comenzó a castigar a los republicanos desde el primer momento con
total impunidad, pues la fuerza aérea republicana no hizo aparición en toda la
batalla. El inicio de la ofensiva, previsto para las 3 de la madrugada del día
31 de marzo hubo de retrasarse por problemas logísticos y de indisciplina. La
infiltración y la sorpresa fueron sustituidas por la clásica preparación artillera
y el avance frontal. Doce horas más tarde de lo previsto, a las 15:00, a plena
luz, los soldados de Mera asaltaron las posiciones enemigas.
Itinerario para evacuar a los heridos republicanos durante la batalla |
En la primera jornada de ofensiva, y
pese a las circunstancias adversas, la 5ª División logró tomar posiciones
importantes del sector occidental: Majada Alta y el Vértice Cerro cayeron en
manos de su 2 brigada mixta, y la 39 se apoderó de varias cotas en el entorno
de El Viso. La infantería franquista, en retirada, se parapetó en parideras
cercanas. Por contra, en el sector oriental, la 14ª División encontró serias
dificultades: la 98 brigada mixta logró tomar Ribarredonda, pero su avance era
muy lento. Y la peor parte se la llevaron los hombres de la 70 brigada mixta,
que se estrellaban contra La Mocasilla y el Puntal de Abejar, sufriendo un 30%
de bajas en solo unas horas.
El Capitán Doroteo Dueñas murió el 16 de abril de 1938 en la defensa de la posición del Puntal del Abejar en Sotodosos |
El 1 de abril los republicanos
prosiguieron su avance. Al este, la 70 brigada mixta continuaba sus intentos
infructuosos contra La Mocasilla, logrando solo tomar alguna avanzadilla, pero
la 98 logró tomar Calabazas, Millán y Montecillo, las cotas al norte de
Ribarredonda. Al oeste, la 2 brigada mixta se apoderó de la cota 1118, al sur
de Abánades. La 39, apoyada por carros y artillería, emprendió varios asaltos
infructuosos contra Las Lastras y El Rondal, que se defendieron con éxito hasta
última hora de la tarde, cediendo ante un batallón de la 2 brigada que colabora
en el ataque. Abánades, a merced de los republicanos que controlaban ya los
cerros de su entorno, cayó al final del día. Los franquistas se retiraron al
norte del Tajuña, pero su debilidad era solo aparente: los refuerzos de la 75ª
División y otras fuerzas vecinas habían comenzado a afluir, y la curtida 152ª
División Marroquí había sido enviada al frente de Guadalajara.[2]
Documentos: AGMAV
Fotografías: Ángel Fotografía
Textos: Luís Antonio Ruiz Casero
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